domingo, 3 de noviembre de 2013

UN DIALOGO INTERNO

- ¿Por qué estás triste y miras hacía lo lejos?

- Es tanto y nada a la vez. En fin... No lo sé.... Respondí con un suspiro. Nunca imaginé volver al mismo lugar donde una vez tuve el alma empañada, ahora es distinto, probé la miel de la felicidad y me ha correspondido quedarme con la amarga hiel que me han brindado unas palabras de dos filos. Han pasado tantas cosas que siento que he vivido un siglo. Todavía me parece un sueño o una pesadilla lo que he vivido.

- ¿Que ha pasado contigo?

 Eso no es tan fácil de responder. Pero puedo resumirlo en partes iguales: Muchos golpes y poco apoyo. Sabes? Este no era el plan, he aprendido en pocos años lo que ayudará a entender la vida entera. Me paré firme y creí poder hacerle cosquillas a las estrellas, ahora las estrellas me ven desde el cielo y se ríen de mi. Que chiste tan irónico ¿no?.

- ¿Por qué lloras?

Las lágrimas me sirven para remojar la visión, para botar un poco de lo que hay en mi... Lloro porque es lo único que puedo hacer para desahogar lo que la presión de mi alrededor causa en mi. Lloro por la injusticia, la deslealtad, el maldito egoísmo e hipocresía. Repito, llorar tampoco era el plan pero, eso es lo que he hecho durante este tiempo.

- ¿Te ha servido de algo?

La verdad es que no.... O bueno, si...Le demostré a ciertas personas que amo lo frágil y sensible que soy y a mis enemigos que por más que llore más fuerte puedo llegar a ser. Todo depende de la canción y el ritmo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario